miércoles, 29 de diciembre de 2010

Segunda noche


Durmiendo cucharita, te  presiento, y yo,
soy el ardor que te posee,
desgranando tu espalda, escarbando,
entrando en vos,
viviendo del aroma de tu cuello,
dame dulce de leche o dame miel,
dame el agua bendecida,
pero no me abras la puerta principal,
no te lo pido, todavía,
que yo llevo una rama de oro
para empujar todas las piedras
que te oprimen.
Que yo llevo el paño tibio
de mi piel para frotar,
tu lamparita gorda,
y sin genial intermediario
traer a riendas, suaves,
tus deseos los mios nuestros,
a eso de las tres de la mañana,
cuando se cuele
la irresistible brisa del mar
e incomode al sueño,
y nos retorzamos un poquito,
y nos rocemos los pies
y sin casi abrir los ojos,
nademos.

Imagen: Jo Stempfel 

sábado, 25 de diciembre de 2010

Banquete




Me retiro unos días al infierno. Ahí es don de yo paso las fiestas de los Cristianos. De manera que cuando regreso, después de haber atravesado en barca el lago, y haber lidiado con feroz perro, la algarabía ya ha desaparecido. 
Por lo pronto, les dejo un precioso escrito de una amiga maravillosa. Un texto que hace unos años me cambió la forma de escribir y de pensar la escritura.
Gracias, Acuarela.




Cuando quiero, me doy banquete. Llego dueña y señora del convite y tomo lo que, por derecho emocional me pertenece sin contratos ni firmas, sin exigencias póstumas y mucho menos con embrujos, porque en ellos no creo. Más bien pienso que el encanto del que hago gala es tan cierto como esa creatividad que llevo en los genes y que otorgo como privilegio a quien mezcla en partes iguales la inteligencia y el sentimiento. Cualquier desnivel en las medidas empleadas en la confección del manjar da lugar a un brebaje que desecho al instante por estar en desventaja a mis requerimientos.
Me doy banquete cuando quiero, repito, y en cada bocado el bastimento del que me nutro debe contener las dosis que eleven mi alma. Reitero que llego a los eventos sin necesidad de entradas porque siempre soy invitada perenne y que mientras habito en existencias y donde quiera que esté, por un día, quince años o un mes no barro con rutina alguna ni les dejo mis escollos, que me quedo siempre estrella, protagonista principal sin competencia y que no me bajo a ningún hoyo ni caigo en provocaciones de pozos atrayentes.
Confieso que no pierdo el hilo y que tomo el lugar que corresponde, cuidándome de cariños que solo son accidentes. Por ello, por ser irrepetible e incondicional, me entrego sin necesitar permisos de admisión a las sensaciones donde, por derecho a lo que sé que produzco, me hago propietaria.
Traduzco las segundas vueltas como tornados de soledades en las que me apropio aún más de los espacios.
El manjar debe ser de sabores azules y formas fascinantes, no soy comida de diario ni chatarra que se ingiere cuando por hambre, no queda más remedio, pero que da igual en cuanto a gusto y textura.
Como al buen vino, cato a mis amores y cualquier gusto avinagrado produce de inmediato la exclusión de mi bodega.
Bocado, sí, es ese mi alimento, y así mismo por ningún concepto seré burdo mordisco que se roe sin apreciar sus atributos.
Bocado, de duques y reyes y el mío, aperitivo de una diosa a la que nunca se olvida y que sólo se sirve una cena plebeya si ésta jamás subestima su pericia e intelecto. Solo vence quien permito y no existe el elemento que me obligue a destruir por sentimiento, la capacidad que tengo de olfatear el sucio juego a distancia.
Por eso, limpio la estancia, rompo ficciones y como no me gradué de necia, han de cuidarse de mi suspicacia para disfrutar de mis hechizos.
Ratifico que después de mi bocado, muchos caminos hay que llegan al mismo abismo solitario y que únicamente en mi libre compañía puede afirmarse que el mundo propio y está dicho y comprobado que entre las esquinas de olorosas sábanas, se hace mi santa voluntad.
Renuevo mi posición de que nadie me tiene y que solo poseo lo que por libre decisión se me permite, así abuso de esa pertenencia de lo que no es físico ni material y que no es común saberlo dar y que para que alguien que se jacte de cacique tenga la osadía de llamarme "suya" hace falta muy poco y mucho, lo difícil está precisamente en descubrirlo, que no es poca cosa.
Sin embargo, me rindo cuando así lo determino, con una buena cantidad de pasión y magia pero con estilo y que entre vítores he de recibir a quien limpiamente quiera jugar mi juego.
Pincelo los labios que quiero y los hago tan míos como deseo y postrados e indefensos se entregan, convirtiéndose en exquisito aperitivo de mis ganas y afirmándome como patrona de las situaciones.
Soy todo y soy nada, subo y  bajo y repito no ser vianda comestible de plebeyo alguno sino de rey, por lo que no hace falta tener coronas y galardones para ser el mío.


Imagen: Alfred Stevens - El baño

lunes, 20 de diciembre de 2010

Pequeño itinerario nocturno de mis manos


Flotando en la oscuridad de la noche,
al menos para mis manos,
tu cuerpo está muy bien.
Para mis manos,
que escrutan sus sabores,
sus temperaturas, sus texturas,
sus humedades especiales
y sus espacios frágiles, o crudos.

A tientas, en lo negro de la noche,
oceánica, intuyo zonas de escalofrío,
mis dedos van,
de tu cuello a la boca,
del ombligo a tu mar interior,
mis manos que pueden sentir
tu contracción, tu palpitar
y el tibio viento de tu suspiro.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Artificios


Porque no tengo lugar
en este mundo,
debo maquillarme
o llevar máscara china.
Portar la deslucida bandera
de la inercia,
o el estandarte que rece:
"No desearás...".
Porque no tengo lugar
me haré buen traje,
me haré lugar en triviales
fiestas de etiqueta.
Ostentaré sonrisa
de oreja a oreja,
ancho sombrero
e implacable simpatía.
Para sobrevivir,
no olvidaré,
que es necesario una cierta dosis
de cinismo.

Imagen: Alice Neel

martes, 14 de diciembre de 2010

Colores


Hay, en el Sillón que está en Palacio de Gobierno de la Ciudad Furiosa, un Gran Hermano Hijo de Puta que te dice, en cual de las Ciudades tenés que Vivir, y si tu Color es pertinente a Nuestra Patria. Al Sillón te lleva una espléndida Alfombra Blanca, el Alma es Blanca.
Yo, si creo en las Fronteras, para, de alguna manera Amar/Nos fronterizamente, para Revolcar/Nos entre líneas divisorias y Aguas que Comulgan. Tu Marrón Su Amarillo Mi Negro. Los espacios de fronteras son para besarse de local o visitante. No hay neutralidades.
Pero Pequeños Hijitos de Puta (una sola Puta, no Prostituta) bajan de sus Edificios Derruidos. Y cumplen a RajaTabla con los Mandatos del Hijo de Puta Mayor Desbigotado. Los Hijos de Puta llevan Bigote. Pero, con el paso del Tiempo, lo van moldeando a la Necesidad de su Máscara. Después es sólo un Mal Recuerdo.
Uno de los Mandatos del Fruto Sin Sangre de la Puta, por ejemplo, es Quemar tus Pertenencias (Nada). Te Quemarían a Vos si no Existiesen las Fronteras Codificadas, Escritas en Tablas. Por eso Creo en Ellas. Y Aún Así, mientras Caminás por la Gran Ciudad, estate Atento. El Ojo del Gran Hermano puede mandar una Cruzada para que Mueras Calcinado, Vos con Tus Hijos (Esos Bastardos).
Y si yo fuese el del Sillón, o al menos Dios, los mandaría a Comer Mierda, la Propia (la "Verdad") y la Extraña (la Usurpadora), hasta que, Sean Capaces de Enunciar la Diferencia de Sabor. Una Piedra Sisífica.

Imagen: Eric Fischl - India 

sábado, 11 de diciembre de 2010

Declaración de amor Nº 7



"Yo creo que el amor es eso. Pero nadie me comprende." Tokio Blues - Haruki Murakami


Te amo y te deseo
pero también, deseo a otra chica,
aunque no la ame
(de la forma en que te amo),
y no pienso que por ello
debas enconarte
contra mi o abandonarme
a mi suerte.

Me gusta, me gusta.
Porque la chica
es la antítesis de vos,
sus piernas son largas
y magras las carnes todas,
pero hace el amor
como una poseída por el diablo.
Está mal eso?

Vos también podés
desear a otro chico,
y de ninguna manera, yo,
debiera irritarme u ofuscarme
porque te encanta, por ejemplo,
su forma de lamerte
o de montarte.
Lo justo es justo.

Aunque con estas cuestiones
de los prejuicios
y las estructuras, nunca se sabe,
y quizá yo acabe,
internado en Sala 13
o colgado de un árbol fuerte.

martes, 7 de diciembre de 2010

Que no se refute


Y que me sé peronista
y que me place,
andar bajo la lluvia
montado en bicicleta veloz,
y que me moje
como a un pasto,
y saltar de felicidad como una rana,
y que pasen en sus coupé
los  perfumados señores,
que van a la misa central,
y me salpiquen con barro,
y me chupan bien un huevo, el izquierdo;

porque no hay amor
que no sea peronista,
unido y vencido
o unido y desorganizado,
y de ese amor hablo
cuando de amor hablo,
que los demás
son burdas imitaciones,
discursos,
meras expresiones
sin sustento
que se pierden
en las nubes de Úbeda;

no hay amor afuera
de sus bordes,
y yo digo, aunque vociferen
que todo aquel que ama
es peronista,
aunque empecinado lo niegue;
peronista es la mujer que ama
el tipo que amó, y el puto que amará,
peronista es el amor
hecho millones, yo lo decreto,
y que lo demás es
pura cháchara...

sábado, 4 de diciembre de 2010

Nada


Nada es imprescindible,
ni siquiera una mujer
con reloj,
ni siquiera la mujer,
ni siquiera el reloj,
ni siquiera el tiempo...

Nada es imprescindible,
ni siquiera un hombre
con fe,
ni siquiera el hombre,
ni siquiera la fe,
ni siquiera dios...

Nada es imprescindible,
ni siquiera dos que se aman,
dichosos,
ni siquiera la felicidad.
ni siquiera los enamorados,
Pero el amor...

Imagen: Edgar Degas - Absinthe

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Inexorables


...y por la noche.
después de leer libros presuntuosos,
inexorablemente imperativa,
ella me dice: "apagá la luz";
y yo, silencioso y obediente
ejecuto la orden.
A veces, hacemos
que hacemos el amor,
como máquinas;
yo monto sobre una yegua de metal
con las piernas muy abiertas
y un orificio plateado
bien aceitado, ella,
se deja montar
por un Pinocho de madera
y pija seca, como tornillos;
los gemidos son
tan artificiales e insulsos
como explosiones
de petardos húmedos;
uno, dos cigarrillos,
un suspiro, un bostezo;
e inexorablemente nos dormimos,
sin reparar uno en el otro,
inexorablemente,
toma agual a las tres
y mea a las cuatro;
inexorablemente sueño
con conchas virginales
y ella, inexorablemente dice
que no sueña.
inexorablemente me levanto
a la mañana, y me voy,
y ella se queda,
y siempre regreso,
y comemos sin hablar, sin mirarnos,
casi, sin respirar,
inexorablemente pasan las horas
y cosas intrascendentes
y después cae la noche,
inexorablemente pesada
y leemos libros gruesos e importantes...

Imagen: Fernando Rosas - Mediodía en casa

domingo, 28 de noviembre de 2010

De sombreros


Quiero tener un sombrero
para que no (me) veas lo que pienso,
lo que creo o lo que siento,
un sombrero para no quedar desnudo
en fiestas de etiqueta,
quiero tener un sombrero
para que no adviertas
la tristeza de mis ratos,
las dichas, los pesados tedios,
quiero tener un sombrero
que no me deje en off side
cada vez que me mirás, así...

...y podés mirar mis piernas,
chuecas, mi caja,
pequeña, la desproporción
de mis brazos, pero no,
lo que viene palpitando, rugiendo,
por senderos de venas,
y para eso, quiero un gran sombrero
que tape del corazón,
lo que erupciona.

jueves, 25 de noviembre de 2010

De citas ordinarias


No quiero que te calces majestuoso vestido
para verme,
ni que luzcas peinado de coiffeur,
no quiero que borres las marcas
de fibra en tus dedos,
ni los cochinos
pegotes de harina,
no quiero que cortes tus uñas
con minuciosidad de hormiga,
no emparejes los pelos
de la entrepierna
para cita tan humana,
no te pongas el perfume de ocasión,
pues éste, no es el caso,
no te peines, te despeinaré,
no te maquilles, se te correrá el rimel
a fuerza de lamidas,
no te laves, te ensuciaré,
no hagas buches infructuosos,
tu boca desbordará de agua;,
tu "estar ahí" es el mimo
pertinente e irrenunciable.

Imagen: Fotograma de Das kabinett des Doktor Caligari [1919] de Robert Wiene

lunes, 22 de noviembre de 2010

Razón del amor


Destino escrito
o influjo demoníaco,
don de dios
o funesta nube que se cierne
en nuestros cielos;
sólo sé que puedo
dibujarte o inventarte,
desde mi más
irreversible ceguera,
y ciego, sigo,
tanteando las paredes,
atado a tu mano,
que me tiene, ciega,
y desde ningún lugar
a ningún lugar vamos,
porque la sinrazón
nos lleva...

Imagen: La hija del viento - Oskar Kokoshka

viernes, 19 de noviembre de 2010

Pesadilla con corazón y cuchillo


Saqué mi corazón del freezer. Ahí estuvo mucho tiempo. No sufrió descomposición, el frío no lo quemó, las cosas ni los agentes externos, el viento, claro, no lo afectaron.
Era un corazón muy saltarín al ver la luz. Su color era precioso, rojo como la sangre, rojo como el vino, rojo como el infierno. El corazón no puede ser más que un picante aprendíz del diablo.
Saqué mi corazón del freezer, donde estaba durito e impoluto. Cuánta paz tenía!
Se descongeló despacio, y en breve recordó que alguna vez fue un ser sensible. Pero estaba tan renovado por su vida en el frío, que los sufrimientos del pasado vegetaban en el rincón de los malos recuerdos. Un lugar que ya nadie visita.
Lo puse sobre una gran mesa de madera y vino el carnicero y lo cortó en fetas perfectamente iguales. Pero el carnicero, que tenía un gran delantal blanco chorreado con sangre, y ningún otro atavío, portaba unas hermosas tetas duras, altaneras, modales de dama y la cara de una chica japonesa, hermosa como los atardeceres junto al mar.
De manera que el carnicero chica japonesa, de implacable cuchillo, no tuvo piedad y dejo ahí mi corazón, feteado, desangrándose, y pronto las moscas vinieron a revolotear como cuervos y a darle de picotazos. Los cielos están, plagados de cuervos.
Entonces junté mi corazón fragmentado. Lo uní como pude, como se une un gran rompecabezas, y aunque quedó un poco deformado, lo mandé al freezer otra vez, un largo invierno. Porque si bien mi corazón puede ser brillante alumno del demonio, el frío extremo ha de dotarlo con formas duras, indescifrables para los carniceros camuflados.

Imagen: Mundo Web

martes, 16 de noviembre de 2010

Mesura

Dame besos de mejilla,
que prohibidos
están los labios
en ámbitos oficiales;
dame caricias de niño
mas no de amantes,
que la furia
de las buenas damas no despierte;
dame palabras de Sabio,
que la pasión no permita
la expresión fanática
de tu boca;
después, sabré entender
cada caricia, cada beso,
cada palabra, tuya,
como la dulce condena infernal.

Imagen: Fragonard - El cerrojo

sábado, 13 de noviembre de 2010

Volcán


Yo creo que pide demasiado,
cuando lo tengo ante mis ojos,
ruega, se contrae y se dilata,
pero pide,
esa es su forma de pedir,
yo creo que se comporta como un niño,
ayer no quería nada
hoy quiere todo,
y me parece un despropósito,
un abuso de confianza,
un capricho,
y pide demasiado,
yo soy un padre complaciente
y quiero dárselo,
quiero que ese pequeñuelo
capaz de obrar milagros
tenga todo lo que pide,
que se le de lo que pide,
servido en bandeja
o bien envuelto
para regalito,
que tenga lo que pide
no hay mayor dicha para un padre
que ver a su niño
con la boca deformada
de tanta risa...

martes, 9 de noviembre de 2010

Silencio


De todos modos
la naturaleza del silencio
no es humana, nos es inaccesible,
las palabras son, por supuesto,
nuestro precioso ardid
para vencerlo.
El silencio es primigenio,
y por tal, inexplicable,
las palabras intentan, vanamente,
llenar el perpetuo espacio que detenta.
El silencio puede matarlas
porque como un dios o un fantasma,
está en todos lados
y en ninguno.

Imagen: Gerhard Richter - Cloudy

viernes, 5 de noviembre de 2010

Speculum


"La sabiduría es algo frío y, en esa medida, tonto. (La fe, por el contrario, una pasión). También podría decirse: la sabiduría sólo te encubre la vida. (la sabiduría es como una ceniza gris y fría que cubre las brasas).  Ludwig Wittgenstein - Aforismos. Cultura y valor  

Por ciego fanatismo de vos
algunos me harán la cruz,
será el dios
recluta fanáticos
y que se alimenta
de sus lisonjas,
serán los dueños
de la verdad total,
encapsulados en cristal
e impolutos,
serán los expertos
de números fríos
y secos,
fundamentalistas
del dato empírico
que no dice nada;

por amor desmesurado,
por hybris,
por desborde emocional,
por fanatismo, por herejía
o lo que sea,
me llevarán a la hoguera.
y yo iré,
gritando tu nombre,
fanáticamente,
entre latigazos y pedradas,
bajo lluvia de escupitajos
harán de mi un mártir,
un héroe que nunca fui,

me acusarán de fanático, insisto,
y los conceptos
se pondrán a temblar
y se rasgarán las soberbias
cortinas del templo…

Imagen: Adolfo Siliézar - Obsesión Nº 5

martes, 2 de noviembre de 2010

Dolores


Cuál será el tamaño
del próximo dolor,
me pregunto,
si éste
que me condena al desamparo,
que me desintegra
en mil partes
el llano del pecho, que me rompe todo,
cuerpo y alma,
ya empieza a acomodarse
en el oscuro rincón
del pasado...
qué otro dolor vendrá
para hacerme sentir
que soy muy frágil.
Afuera, un escándalo de risas
invade el aire,
se ríen de mí
que estoy desnudo
y no advierten que pronto,
sus risas serán
huesos sin dueño...

miércoles, 27 de octubre de 2010

lunes, 25 de octubre de 2010

Fiebre del culo

Soñé con ráfagas
de fiebre en el orto,
fiebre y pesadumbre,
como sí el oscuro túnel
escondiese un minero
que grita desde el fondo:
"estoy vivo
y no quiero salir";
como sí, imperiosamente,
el vacío necesitase
ser llenado,
obturado el acceso al Hades.

Soñé que me palpitaba
el agujero del orto,
como la boca de un pez
fuera del agua,
el anillo fruncido reclamando
una aspirina, un paracetamol,
que inhiba el fuego
de la fiebre,
trapitos mojados
en los bordes del volcán,
o quizá,
un termómetro particular,
que determiné
la dimensión de los calores,
la gravedad y el origen
del síntoma onírico,

deseo o lombriz solitaria,
mugre o paspadura,
hongos o comezón
o mera sugestión...

Imagen: web

jueves, 21 de octubre de 2010

Mariano


"Porque la vida real está en otra parte. Los estudiantes arrancan el empedrado, vuelcan los coches, levantan barricadas; su entrada en el mundo es bella y ruidosa, está alumbrada por las llamas y la festejan las explosiones de las bombas lacrimógenas"  Milan Kundera - "La vida está en otra parte" 

Sería un estudiante,
sería un militante,
sería la oveja negra 
de la sociedad y la familia,
sería un perseguido,
su puerta estaría marcada
con un signo de sangre,
sería un chupado,
sería un secuestrado,
lo llevarían al Olimpo,
o quizá,
a la Escuela de Mecánica
de la Armada,
lo pondrían en una mesa fría,
de metal,
como las mesas de morgue,
desnudo y aterrorizado;
sería un torturado,
un debido obediente
le arrancaría las uñas,
y lo atormentaría
con descargas eléctricas
en las bolas
hasta dejarlo exhausto,  
sería un muerto
y lo arrojarían al mar
desde un avión,
como se arroja una bolsa
con mierda.

Para su madre,
sería un desaparecido,
lo buscaría infructuosamente,
engrosaría las estadísticas
del "algo habrán hecho".

El asesino sería
el mismo, 
el mismo hijo de puta
que lo mató,
30 años después.


lunes, 18 de octubre de 2010

Rescate


Deberíamos tratrar al amor
como a un muerto,
rendirle sentido homenaje,
prosternarnos
ante su cadáver,
llorar, ritualizar
su breve existencia,
temerle
como se teme al enemigo
(muerto),
que vendrá por la noche
a atormentarte
jugando con tus pies,
bajo las frazadas,
puede ser,
por qué no,
que de un muerto
bien tratado,
surjan creaciones
más jugosas,
que de este eterno agonizante,
postrado y sin color.

viernes, 15 de octubre de 2010

Esto es una apología


Quisiera que la mujeres gobernasen mi país. No las feministas, no las subyugadas, no las rencorosas, no las malintencionadas. Sino aquéllas que llevan en la palma de la mano la tersura del ángel. Sino aquéllas de un corazón tan sensible que se parte al reflejo de la lágrima ajena. Aquéllas que en la lengua portan los sabores todos, la dulzura del niño y su sonrisa, la amargura del egoísta y el agrio zumo de las derrotas cotidianas. Las mujeres que no ahorran en caricias pero que no reparan al momento del azote.
Quisiera que las mujeres gobernasen mi país, como sólo las mujeres saben llevarte de la mano, como sólo las mujeres saben darte esos destellos de luz inolvidables, como sólo las mujeres saben eso de repartir el pan y no "dar para recibir". Como sólo las mujeres saben construir refugios cálidos en el terror de la tormenta.
Quisiera que las mujeres gobernasen mi país. Esa casta de mujeres que vuelan envueltas en nubes de pasión. Esa horda enardecida de "mujeres que aman demasiado". Quisiera que gobiernen las mujeres como gobiernan sutilmente las superficies del amor. Con delicadeza, con sentimientos, con la imponente existencia del rayo.

Imagen: Paul Gaughin -  "Mujeres tahitianas en la playa"

lunes, 11 de octubre de 2010

Brevedad de la posesión


A veces tramo
volver a lo que fue
y no debo poseer,
por omisión o error,
por gravedad
o sutil degradación;
a veces quiero
lo que no se tiene a mano,
nunca más (y nada se tiene),
pero se tuvo
como se (re)tiene
el rayo en la retina,
como se (sos)tiene
el viento en la mano
(y nada se tiene);
pero a veces quiero
tener lo que tuve,
tenerlo, solamente,
como se tiene la certeza
del demonio
o de no transitar
el camino equivocado
(y nada se tiene).

Imagen: Paul Delvaux (Un regalo de Marichuy)

jueves, 7 de octubre de 2010

Inminencia

Las cosas atragantadas
levantan una gran estructura,
proceso de indigestión,
como un edificio hecho de piedras;
por una mano
que mueve la parte
el todo se derrumba;
las cosas atragantadas,
están ahí, latentes,
como un virus ciego
que cuando se desata,
nada sobrevive
a su devastación;
explotan,
las cosas atragantadas,
de tanto llagar la membrana,
irritar, rasgar la tela;
un vómito impresionante,
una diarrea imparable
de la ardiente boca,
el río que se desborda,
voluptuoso y tragedia;
llevo las cosas atragantadas,
pero me muerdo los labios,
comprimo los dientes,
sostengo ácida lava
en el túnel,
para no soltarlas,
para que,
cuando la mano funesta
afloje la piedra
sea el diluvio final.

Imagen: William Turner - Tormenta de nieve

domingo, 3 de octubre de 2010

Mientras eso pasa


Mientras hacemos el amor
me como las uñas,
y no te participo
de la imagen
que me cruza,
como un cuervo atolondrado
en la noche,
el pensamiento.

Mientras hacemos el amor
me rasco la cabeza,
y ni te cuento
del hueco doloroso,
fulminante,
que crece ácido,
del esterón
un trecho más abajo.

Cuando hacemos el amor,
en el instante
previo a la explosión,
yo bostezo, tosco Sancho,
y no sé si te gusta
o simplemente estás pensando,
en qué vas a cocinar
después de cabalgar.

Imagen: Neckomantik II

jueves, 30 de septiembre de 2010

Ecuador


Los hombres con armas
no pueden triunfar,
si una idea
no se convierte
en el brazo de hierro
que sostiene
las intrincadas estructuras
del rencor.

Los hombres con armas
no triunfan,
si las redes del amor
que teje el pueblo,
no ceden y penetran
como el aire
en todos
los rincones.

Los hombres con armas
no triunfan, no,
a lo sumo
matan hombres,
la idea que los
sostiene, si,
viene dispuesta
a matar las alegrías.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Hombres


"Al destino no le importan las fechas. Antes o después son palabras que no significan nada en el idioma de la eternidad." Los anticuarios - Pablo de Santis


El hombre eterno
dará su sangre,
para que la mujer agonizante
no se muera,
ella será eterna
y se enamorarán
por la fuerza de la sangre,
y una legión de hombres eternos
poblará la llanura
sin la sombra de la muerte;
se aburrirán,
construirán puentes y ciudades,
verán pasar
los hombres finitos
con sus mujeres y sus hijos
en ataúdes brillantes,
los verán pudrirse
en fosas comunes
o en nichos altivos
que se derruyen por la humedad,
querrán morir
y será muy tarde,
mas nadie llegará tarde
a ninguna parte,
ni temprano a una cita,
no habrá esperas
ni pasado,
las noches, los días,
los soles, las estrellas,
los amores, las cifras
se multiplicarán
sin ton ni son,
y pagarán eternamente
el error cometido
por el hombre eterno.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Ayer (hoy ya no)


Te vi, los ojos luminosos,
las tetas duras,
como una piedra el culo, tenso,
simétrico, precioso,
al pasar a tu lado
sentí tu aroma, me hipnoticé,
arrastrado por una fragancia
de Herrera, y de la piel,
el uniforme, impecable azul,
autoridad y disciplina,
la cachiporra, amenazante,
en tu cintura,
dámela por el cuello,
dámela por la espalda,
dámela por las nalgas,
que no me niego, no me resisto,
ni siquiera,
a que apuntes tu revólver
ardiente (happiness)
a mis sienes,
a que me tengas demorado
por este día gris,
en tu celda roja,
de barrotes rojos
y paredes rojas,
no esgrimiré defensa,
por mi crimen,
soy culpable, sin atenuantes,
estoy enamorado.

Imagen: Matt Frederick

martes, 21 de septiembre de 2010

Mero deseo


Quiero llenarte de guampas
la cabexa,
reconocerte como un animal
mitológico inaudito,
adornarte la coronilla
con filosos cuernos,
y que sientas
el infernal ardor de los celos;
pero me da miedo,
que me pegues o me dejes,
me aterra imaginar
que vayas, otra vez,
a revolcarte impunemente
con ese amigo tuyo,
tan dotado, tan fogoso,
tan tan tan...

Imagen: Salvador Dalí - Joven virgen sodomizada...

sábado, 18 de septiembre de 2010

Tiempo de verdura


Vedado el consumo de la carne,
del cuerpo sagrado,
como por una eterna cuaresma,
un ayuno obligado
que me arranca sudores
y taquicardias,
me entrego a la herejía
de voluminosas pajas,
a desordenar el orden
de mi cabeza católica,
hasta que sangra, caótica,
hasta que brillan los estigmas
(del martir),
la abstinencia
se hace ver,
como un niño presumido,
y devoro legumbres,
hortalizas y semillas,
trago leche,
no hago asco a nada;
una buena víctima
se desquita con cualquiera.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Espejos


Ha de ser porque así desnuda,
abierta, dispuesta, mojada,
tengo tu imagen repetida,
multiplicada,
mil veces desnuda,
mil veces abierta,
mil veces dispuesta,
y como los mares, mojada,
infinita rima en a,
como infinitas
las perspectivas de tu cuerpo,
pero se cortó, y se cortó ac-á,
en el instante exacto
en que me fui, me derramé,
me corrí,
un espejo se quebró,
devino mi respiración
en estertor
y tu grito, ensordecedor,
llovió muchas a,
sobre mi cabeza,
y entonces nos quedamos
ahí los dos, abandonados,
sin nuestras repeticiones,
de islas solitarias
y los ecos de vos y yo,
difuminándose
en un hueco que nadie ve.

Imagen: Marino Chanlatte - Mujer frente al espejo

domingo, 12 de septiembre de 2010

Una chica

Una de las chicas que amo.
El amor no tiene explicación.

Imagen: Pauli - Nicolás Pesín

jueves, 9 de septiembre de 2010

Lapsus


El amor nunca avanza,
siempre retrocede,
las caricias devienen  ásperas
como la arena,
los besos se amargan
y provocan arcadas,
el odio, por su parte,
no deja de crecer,
una acidez inexplicable
asciende por sus túneles;
oscuros, son
sus laberintos de memoria;
el amor es decadencia,
los amantes se derriten
como velas, y es imposible
distinguirlo
en esa maraña,
espesa y amorfa;
el odio se ve, se siente,
se huele, se llega a tocar,
la apoteosis del odio
es ver a sus víctimas
humilladas,
al odiador, al odiado;
el amor se diluye, se degrada,
parsimoniosamente,
y hay que dejarlo
morir en paz
como a un viejo cualquiera;

si el odio se cuela,
puede ser un muchacho
desconectando el respirador
artificial...del amor.

Imagen: Zoran Music

lunes, 6 de septiembre de 2010

Mecánica para (des) enamorar (se)


Cerrar los ojos,
abrirlos,
cerrarlos otra vez,
y abrirlos de nuevo,
cerrarlos y abrirlos
y así mil veces, si es preciso,
de la misma mecánica forma,
no hay secretos,
y entre cerrar y abrir los ojos,
o en un cerrar y abrir de ojos,
su figura,
se va difuminando,
hasta que se muere,
y el aire es más claro
sin el peso de su sombra,
no hay secretos.

Imagen: Pablo Navarro Hevia - Los ojos cerrados XX

jueves, 2 de septiembre de 2010

Insensible


Te toqué, me refregué,
me chupé a vos
como una sanguijuela,
pero se acaricia carne muerta
madera o piedra,
y nada de piel,
nada de sensible
"superficie de placer",
no, sangre expuesta
a los vaivenes del calor,
a los tormentos del frío;
se toca el metal,
que no se dobla,
no se retuerce,
los años refuerzan
la materia,
la oxidación va por dentro...

Imagen: Robert Henri

lunes, 30 de agosto de 2010

Reducido


                       A Makeda, que se siente como la mierda...

A la categoría
de la mierda, reducido,
y soy dichoso,
nadie repara en mi
no me miran,
no me hablan,
paso inadvertido en la manada;
a un montoncito de bosta,
reducido,
ni las moscas olfatean
en tan magro manjar,
los gusanos no deambulan,
ni los buitres se atreven a volar
sobre premio tan reducido.

Imagen: Metamorfosis de Narciso - Salvador Dalí

jueves, 26 de agosto de 2010

Protección

Desde mi casa fría,
que erigí de mesa,
sillas y frazadas rotas,
te hago señales de humo,
morisquetas,
para que repares en mi, y entres;

desde la oscuridad
del ambiente, único,
de mi casa,
te mando des(tell)os
de luz, con mi linterna,
estrellas fugaces que pasan;

desde la soledad
de mi casa, te llamo;
sé que pensás (y eso te asusta)
que el techo es frágil,
pero yo te doy mi palabra
de que las paredes, no caerán...

domingo, 22 de agosto de 2010

Aldonza Lorenzo


Me pregunto
si alguna vez, esa mujer,
que sigue cargando
a través de los siglos
costales de harina,
sobre sus anchas espaldas,
si esa mujer con los brazos
(y el coraje)
más gruesos y fuertes
que los de un hombre,
y con olor de ajo y de cebolla
en todos los rincones
de su cuerpo,
me pregunto,
si alguna vez soñó
o soñó despierta,
con ese caballero
de celada completa,
que le traiga el amor
y le dedique sus hazañas,
sus victorias,
me preguntó si soñó
con darles de tomar
de sus inmensas tetas
leche, a los hijos sembrados
en una caliente noche de invierno,
en el Toboso,
junto a su caballero medio loco,
muy enamorado.
o si, simplemente,
se resigno en silencio
a la cruz
de los costales de harina
sobre sus espaldas.

Imagen: Dulcinea - Josefina Castellanos

jueves, 19 de agosto de 2010

La maldición de Leonor Acevedo



No escaparás,
gratuitamente,
de las garras de una mujer
envenenada,
no saldrás indemne
de los efectos
del vino negro
que suda una serpiente;
no evitarás las parálisis
del odio y el rencor;
ninguna caricia
borrará la huella,
ni cerrará
la herida purulenta;
nada aliviará el peso
que te aplasta,
que te hunde, día a día,
en el túmulo de tierra,
tu fosa ventral,
sepultado en la bóveda inmóvil,
eterna y silenciosa
de un oscuro libro.

Imagen: Ernesto Sabato - Por qué gritará?

lunes, 16 de agosto de 2010

Mar (o blanco)



Un mar de semen
sería posible,
si todos los pajeros del mundo
apuntáramos el ojo ciego
de nuestras tiernas pichulas
en la misma dirección.
Los buenos obispos
con sus bol(s)as llenas
de caliente morbo,
serían espléndidos guías,
esta vez,
de los ardores de la carne
y el espíritu quedaría
postergado, siempre e impoluto,
para las celebraciones
del domingo,
y mientras tanto
nosotros llenaríamos con gozo,
el mar de semen,
blanco y espeso e infinito,
por donde deambularían
los barquitos de papel
que nos dedicaran
nuestros santos padres,
y se bañarían sin temor
a tiburones o tsunamis
las amadas esposas nuestras,
desnudas y jolgoriosas,
y los suicidas
no harían carne
de su oscuro deseo
y nadarían
en el plácido sopor
del mar blanco y tibio
que a nadie hiere...

Imagen: Pequeños mundos X -Wassily Kandinski

jueves, 12 de agosto de 2010

Tentación (o rojo)


La manzana en su mano, brilla,
roja como la sangre,
sus pechos duros,
al corazón un muro, el candado,
los ojos, refulgentes, eléctricos,
rojos, sometiéndome
a la rigidez de la piedra.
Roja, entre las piernas,
late la carne, hierve,
bombea la sangre, tan roja,
rojísima,
recorriendo la vena, tensa,
que va desde "ahí"
hasta el perverso proyector
de la imagen;
y el olor de la sangre (que bulle),
se mete, crudo,
en cada resquicio;
caliente como un potro,
el cuero tenso de un potro,
el espasmo
del músculo central;
los ecos de su nombre
y de su olor, se filtran,
un reflujo de fuego,
el veneno intravenoso
paralizándome
el corazón bífido
en su lado derecho,
pero puedo resistir, me digo
y me muerdo la lengua,
y aunque me muera por morder,
no me gustan las manzanas...

Imagen: Temptation Gottfried Helnwein

domingo, 8 de agosto de 2010

Esta piel


Desperté desnudo y rodeado de serpientes. Las serpientes están desde el origen y preceden a los hombres. Pero me sentí inmune a su veneno atroz. Sus mordidas, ciertamente, parecían caricias.
De manera que no pude más que presumir que yo era otra serpiente en ese nido cálido; inundada la atmósfera de gritos, de gemidos; todos desnudos, todos enroscados, todos rozándonos con un frenesí que le sacaba chispas a nuestras escamas. Una especie de comunidad utópica pero histérica, ideal pero egísta. Porque la clave está en la búsqueda del calor de cada uno, no del conjunto.
Mi vida, transcurre en nidos de serpientes. No puedo cambiar ese impulso salvaje que me empuja a rodearme de tan despreciados seres. Las serpientes tienen un lenguaje peculiar que he ido aprendiendo con el tiempo. O quién sabe, quizá fui yo, el que impuso ese lenguaje. Hay cosas que se olvidan, o se omiten sin escrúpulos.
Por cierto, las serpientes no tienen escrúpulos, y están el santo dia con la garganta a punto de reventar. No sólo por las ratas que se tragan, o los sapos, sino también porque el lenguaje que usan es un vicio y se les llenan de llagas las paredes membranosas. No pueden dejar de murmurar, las serpientes, de complotar.
Con el tiempo he aprendido a tragarme sapos, las ratas son medio repugnantes. Pero aún no me acostumbro, como sí lo hacen mis hermanas, a hablar todo el tiempo ese idioma lleno de procacidades, y con esa voz tan gutural que usan las serpientes.
Pero soy una serpiente más, nadie debiera dudar de eso. Los que se asoman al nido han de tener sumo cuidado, ya que no cualquiera puede soportar el veneno de las serpientes. El mío, claro.