domingo, 22 de agosto de 2010

Aldonza Lorenzo


Me pregunto
si alguna vez, esa mujer,
que sigue cargando
a través de los siglos
costales de harina,
sobre sus anchas espaldas,
si esa mujer con los brazos
(y el coraje)
más gruesos y fuertes
que los de un hombre,
y con olor de ajo y de cebolla
en todos los rincones
de su cuerpo,
me pregunto,
si alguna vez soñó
o soñó despierta,
con ese caballero
de celada completa,
que le traiga el amor
y le dedique sus hazañas,
sus victorias,
me preguntó si soñó
con darles de tomar
de sus inmensas tetas
leche, a los hijos sembrados
en una caliente noche de invierno,
en el Toboso,
junto a su caballero medio loco,
muy enamorado.
o si, simplemente,
se resigno en silencio
a la cruz
de los costales de harina
sobre sus espaldas.

Imagen: Dulcinea - Josefina Castellanos

27 comentarios:

Mundo Aquilante dijo...

muy hermosa.
Espero no se haya resignado la mujer...

Saludos desde Mundo Aquilante!

EG dijo...

todas sueñan, eso no lo quita nada ni nadie...la resignación muchas veces está cerca, espero también que ella no se haya resignado...
Qué buen poema Curiyú! MUY BUENO

Cynthia dijo...

...usted lustre caballero manchego, ¿ha dibujado su joven virtuosa y emperatriz de inigualable belleza en las ventanas de su alcoba?

Su Dulce Merced le aguarda cual infante meciéndose sobre un columpio, sonriendole desde su jardín de botones rosa y blancas cayenas.

Besos,

Apodemus sylvaticus, (Shu).

Alelí dijo...

muy linda la imagen!

y a veces nos da miedo soñar, soñar que alguien más puede querernos...en algún lado sentimos que nos empequeñecemos...en buena hora! no?

Isabel Martínez Barquero dijo...

Seguro que escondió sueños en su mente de aldeana y Alonso Quijano, en su lucidez extraviada, la elevó a Dulcinea, porque dulce es todo ser humano auténtico y sencillo, sin poses ni afectaciones.

Viví quince años en La Mancha y no veas la cantidad de centros, asociaciones y organizaciones que llevan su nombre, ya sea el literario de Dulcinea, ya el real de Aldonza.

Besos.

mariajesusparadela dijo...

Buena pregunta.
Creo que todas soñamos.

Len0re dijo...

Todas soñamos con nuestro loco caballero andante, que dedique su vida a la nuestra, y nos de tantas comodidades como pueda. Pocas habrán que se resignen a cargar sobre sus espaldas el peso del trabajo, pero a veces en este trabajo, resignadas, nos damos cuenta que lo hacemos junto a nuestro caballero soñado, que no siempre viene vestido de gala.

Besos

Blue dijo...

Soñó. Despierta y dormida.
Seguro.

PÁJARO DE CHINA dijo...

A tantos se han encarnizado en hacerlos olvidar sus sueños. Me pregunto si no será, ése, el crimen mayor. La evaporación de lo que alguna vez soñamos, en forma progresiva, lenta y letal.

El sueño arropado por la mansedumbre es inofensivo; es el sueño que se siente inalcanzable. El sueño que les pertenece, en su consumación, a "los otros". El indomesticable, el tremendamente hermoso, es el sueño que puede morderle los talones a la realidad.

En cuanto a Leonor Acevedo ... ella es la evidencia de que no sólo debemos matar al padre, sino a la madre, también. De las inoculadoras de veneno hay que huir (fácil decirlo). Se reconocen al instante, porque tironean. Tironean y duelen. "Huir, huir", debiera ser el mantra que repetimos como autómatas mientras nos alejamos.

Tu escritura me atraviesa, es como si pudiera olerla, como si fuera materia táctil.

Nuestro amor es de la estirpe que sobrevive todos los venenos.

Besos a la belleza de G., que parió los ojos insondables de L.

marichuy dijo...

Difícil creer que no haya soñado, aún cuando su vida así descrita contradiga esta creencia. Aventuro que para no sentir tan pesada la carga (la física y la otra), necesitaba por fuerza buscarse un resquicio y qué mejor lugar para ello que los sueños.

Un abrazo (muy bello poema)

Anónimo dijo...

Se resignó al silencio, con una sola ilusión... que él la rescate de ese peso.
Besos

La abuela frescotona dijo...

HAY PERSONAJES EN ESTE MUNDO, A LOS QUE HAY QUE QUERER TODA LA VIDA, COMO LA PRIMERA VEZ, SOLO CON LA MIRADA Y LOS SUEÑOS. SI LOS CAMBIAMOS POR NUESTROS AMORES, DEJAN DE SER LO QUE ENCONTRAMOS, Y QUE TANTO NOS ENAMORÓ.
ABRAZOS QUERIDO CARIYÚ

La candorosa dijo...

Ojala haya sido colmada de amor, mucho más que peso sobre su espalda!!

Hermoso texto!

Abrazossssssssssss!!

◊ dissident ◊ dijo...

Las mujeres son muy sufridas. Cargan con demasiadas cosas y a vexes no obtienen la recompensa que cabría esperar.

Muy bonito tu escrito.

Un beso

Rob K dijo...

Es una belleza de poema, Curiyú.

Maripaz dijo...

Me ha gustado de manera especial, por el mensaje que transmite y por la mirada del que escribe, sabiendo ver la esencia femenina, desde otro ángulo.
Quizá no todos los ojos sean capaces de descubrir ese álma que se encierra dentro de ese cuerpo dolorido, y de los sueños que esconde.
Una manera muy bella de trasmitir,Curiyú.

Eva Magallanes dijo...

¿Qué habrà sido de Pulgarcito Soñador? me pregunté... ¿se habrá quedado en el sueño para siempre? me dije; iré a verlo... y constato que ha sido vilmente asesinado por su propio autor. Y aquí estoy siguiendo el enlace pues no se me ha permitido dejar directamente a Pulgar mi sentido pésame.
Claro que autor y personaje no son lo mismo ni la misma persona, puede uno crear por semejanza, por antípoda o recurriendo a una cocinería que fusione infinidad de caracteres, vivencias, imaginaciones, etc. Mientras no dejemos de crear y comunicarnos maravillosamente podemos ejercer en este ámbito la absoluta libertad, incluso la de matar a nuestras propias criaturas.
Extrañaré a Pulgarcito pero seguiré las huellas de su autor y/o de sus nuevos seres.
Un vómito cariñoso (si eso es posible) para ti!

NINA dijo...

No existe mujer que no haya soñado dormida o despierta algo similar. Te lo aseguro.

Baci

Marisa Peña dijo...

Me ha gustado muchísimo ese rescate que haces de la figura de aldonza, tan eclipsada por la imagen irreal de Dulcinea. Precioso este texto que reivindica una mujer de carne y hueso, una antiheroína de la tierra que le tocó labrar.
Un placer leerte

Mamen dijo...

Y si nada fue locura....



Locura, quién lo dice,
¿ansiar lo justo lo es?
Me temo que no quiero despertar,
que este cielo se me asemeja triste,
vacíos cuartos mis aposentos,
fríos estos pasillos.
Me temo que soy un hombre solo,
sólo un hombre,
caer la armadura dejo
y mi lanza sobre el suelo.
Mi sombra me dibuja eterno, soñando
batallas contra el tiempo, ese traidor,
hallé versos valientes en libros perdidos,
amados corazones.
Locura, quién está loco,
¿un caballero andante lo es?
Por que soy un soñador me señalan,
no es peor no ser nada tal vez.
Qué este cielo se me asemeja triste,
lo grito sí,
y así no lo quiero.
Lágrimas para nada sirven.
Lo dicho sí.
Señores, yo me retiro,
y cierro este manuscrito,
qué me juzguen los años que vengan,
reposados, me den razones.

mujerdeole dijo...

No sé si es su mejor poema.
Pero es el que más me interesa.
Los sueños y, sobre todo, los caballeros andantes que nos dedican sus victorias, aunque sean pequeñas, diminutas victorias cotidianas, nos convierten en dulcineas.
Y alivianan los costales de harina.

Un abrazo

MONDO FRANKO dijo...

Claro que no se resignó. Si no su historia no hubiese llegado hasta aqui hasta un blog en el siglo 21, dulce como el caramelo. Megusto este lugar. lo sigo y lo abrazo

hécuba dijo...

Yo también me lo pregunto.
Un beso.

Say dijo...

Esa mujer, secretamente, sí ha soñado con el caballero medio loco...pero a veces los costales de harina pesan demasiado y van deshaciendo los sueños...

Es un poema visual...lo ves.

Curiyú, al ver tu Nido de Serpientes se me viene a la cabeza la Medusa, La Serpiente Emplumada de D.H. Lawrence, la canción de Silvio Rodriguez "Sueño con serpientes", mi querida Emily Dickinson y sus seres de la naturaleza...y los ondulados misterios que posee...

1600 Producciones dijo...

Seguramente aún sueña y esa es la melancolía absoluta. Un delicioso puñal.

Saludos

La sonrisa de Hiperion dijo...

Soñar con el mundo, con lo que se tiene, y con lo que falta... Un placer siempre.


Saludos y un abrazo.

Ana Muela Sopeña dijo...

Muy bueno...

Saludos y abrazos
Ana