"Qué desgracia saber tu nombre aunque ya no conozca tu rostro mañana..."
Javier Marías
De qué me sirve repetir tu nombre
como un mantra
tu hermoso nombre
asignado por el azar o la cábala,
la creencia
o la tradición,
yo y la obstinada búsqueda
del génesis
o la esencia del amor
en la constelación enmarañada
de tu nombre.
lunes, 18 de noviembre de 2013
lunes, 11 de noviembre de 2013
Destino horizontal
Cuándo se extinguirá mi padre - por qué -
cómo quedarán sus ojos:
de ceniza o quizá, cancelados
por el plomo de los años
y el cansancio y para siempre,
y el cansancio y para siempre,
pienso eso ahora
- que lo sueño inerte -
como si las leyes naturales
fuesen categóricas
fuesen categóricas
y no pudiese ser yo
el primero que patinaen la nieve ineludible de la muerte.
Imagen: "Biutiful" de Gónzalez Iñárritu
Etiquetas:
Condenas
martes, 5 de noviembre de 2013
Amantes
Los amantes no se besan, no al menos en la boca. No con la dicha ilusa y ciega del devoto, ni con la intención desesperada de los que quieren decir en la boca del otro "te pertenezco, soy tuyo, ahora y para siempre."
No al menos en la boca, que se preserva para la promesa, el compromiso, el sacramento. La boca presume de eterna.
Los amantes se muerden pedacitos de cuerpo, esos rincones que consideran talismanes. Se comen. Lóbulo, axila, nuca, ingle, dedos. Los soldados que, en vano, intentan detener la fuga de los nimios habitantes del escalofrío.
La tristeza de lo efímero "tiene" a los amantes, que no tienen nada, sino el instante azaroso, o ganado a llanto, y librado a sudor y sangre en cama neutral. El instante milagroso, la transfiguración, los minutos en los que, a espaldas del mundo, pudieron coincidir sus inestabilidades y su incurable nomadismo.
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