Volvimos de las vacaciones
- largas por cierto -
con el cansancio ambiguo
de lo vivido y lo pasado,
alguien se reencontró
con sus hermanos
la más niña de las niñas
con sus juguetes
la abuela
con sus plantas
un poco secas,
yo ni siquiera me encontré
a mi mismo,
no en los cajones
que esperaron semanas en silencio,
no en los bolsos alborotados
con fondos de recibos arrugados
y arena
y ecos del mar en caracoles.