miércoles, 14 de noviembre de 2012

Diálogo de urgentes

Hablábamos todo el santo día con atolondramiento. Uno encima del otro, nos interrumpíamos. Como si nos poseyera una urgencia particular o ya tuviésemos que irnos. O entregar un recado impostergable. O el tiempo se escurriese inexorable - la urgencia de saber y hacer saber -. Como sí fuésemos morosos de los días, de los meses y los años derrochados. O torcer la caprichosa mano del destino, y el demorado encuentro.
Paríamos las palabras con el ansia de los amantes primerizos, con la efusividad caótica con que las hormigas presienten la tormenta, como la colisión involuntaria y risueña de los dientes al besar, o la torpeza de las manos que intentan deshacerse de una prenda que ya nos es incómoda. La emergencia del que llega tarde y se come las uñas y se arranca los pelos y ruega, mirando al reloj, con el temor con que se mira a dios.

69 comentarios:

Le.chatnoir dijo...

Sin lugar a dudas, mucho mejor que esos silencios incómodos en los que acabamos perdiéndonos todos...

Besos.

SILDELSUR dijo...

Lindas esas urgencias!
Besos!

MAR dijo...

Y hay ocasiones ....en que prefiero callar y que el cuerpo hable y las miradas también....
El SILENCIO DE OSHO.
Un regalito para ti desde mi día primaveral.
Besos con cariño.
mar

El Silencio


El silencio es la explosión de la inteligencia.
Silencio quiere decir:dentro de tí, eres sólo espacio, espacio sin estrépitos.
Silencio quieredecir que has puesto a un lado todo el mobilario de la mente
los pensamientos, los deseos, las memorias, las fantasías, los sueños.
Todo lo has empujado al lado.
Estás mirando la existencia directamente, inmediatamente.
Estás en contacto con la existencia sin nada entre tí y la existencia.
Eso es silencio…
El silencio se puede escuchar.
Y cuando lo escuchas hay un entendimiento inmediato.
El entendimiento viene como una sombra siguiendo el silencio.
Entender las palabras y escuchar las palabras es muy simple.
Cualquiera puede hacerlo:
sólo se necesita un poco de educación sobre el lenguaje, no mucha.
Pero se necesita una transformación tremenda para escuchar al silencio
y entenderlo.
El silencio tiene que surgir de tu ser mismo.
Hay dos tipos de silencio:
uno es el que cultivas, el otro es el que llega.
Tu silencio cultivado es nada más que la bulla reprimida…
Lo puedes lograr con la práctica pero es como sentarte encima de un volcán,
el cual puede estallar en cualquier momento, por cualquiera pequeña excusa.
Esto no es verdadero silencio, sino un silencio forzado.
El silencio que se origina de tu ser mismo, que no se impone ni desde afuera
ni desde adentro pero que llega, surge desde adentro hacia afuera,
se origina del centro hacia la circunferencia…
ese es un fenómeno totalmente diferente.
El silencio que nace así, es tan grande que puede contener las palabras,
puede contener el habla.
Nada puede perturbarlo,
es un silencio que no tiene miedo de las palabras.
Hay gente que no habla, que parece estar en silencio.
Su silencio parece estar en contra del habla
y un silencio que se pone en contra del habla todavía es parte del habla.
Es una ausencia: no es una presencia.
El silencio es una presencia.
Te puede hablar. Tiene una energía tremenda.

vera eikon dijo...

Pues sí, a veces es una fiebre de decir, como si una marabunta de palabras nos invadiera la garganta. Pero eso sucede con muy poca gente, probablemente la misma con la que compartiríamos un cálido y prolongado silencio, un silencio todo piel. Porque con esa gente palabras, silencios y caricias son distintos canales para una misma comunicación. Qué hermoso es tener gente con la que hablar, con la que callar....Beso

Lola Valero dijo...

La torpeza de las manos... No habría podido decirlo mejor.
A mí me gusta adornarla de puntos suspensivos.
Besos, Darío.

Damu Aguirre dijo...

Muy bueno! soy de esas personas que hablan y actuan como si tuvieran algo importante que hacer todo el tiempo, incluso cuando esté tirado sobre la hierva.

Hasta en el último rincón dijo...

Buenísimos... urgencias necesarias les digo yo...

Un beso!

Bípede Falante dijo...

Que esse deus invasivo não entre na privacidade de ninguém e não distorça as nossas palavras.

beijoss :)

[Maxwell] dijo...

Muchas veces andamos apurados, las urgencias nos consumen

Amapola Azzul dijo...

Me gustó la frase " parir las palabras", como si en realidad no fuesen creadas y hubieran nacido solas, así como en un parto con dolor y todo.

Muy bonito.

besos.

Amapola Azzul dijo...

Me gustó tu poesía.

Saludos.

Luego la leeré mejor.

Cecy dijo...

Se debe disfrutar, porque son tan pocos los momentos de palabras atolondradas, caricias urgentes y oídos y piel receptiva...

Joven, un beso.

Anónimo dijo...

"a urgencia de saber y hacer saber", en eso se han basado importantes relaciones en mi vida, y siempre, uno acaba hablando de más debido a la necesidad imperiosa de hacer saber, hacer saber a los demás y a uno mismo... el otro calla hasta que algo se quiebra. Entonces hay que procurar hablar a partes iguales, callar a partes iguales y aprender, el uno del otro y no precisamente a disgusto.

Besos!

lichazul dijo...

hay urgencias que no deberían perderse entre dos, pues son puentes de conocimiento y de amor

pero si el puente se hace solo monólogos de sordos entonces mejor que cada quien por su vereda camine y pinte su paisaje con los sonidos que le provocan


abrazooooo y feliz feliz miércoles

Amapola Azzul dijo...

Creo que la esencia de la poesía es la convocación a un auténtico diálogo.

Besos.

Unknown dijo...

es una estapa de las relaciones en donde nos queremos devorar y devorados!!!! como toda cosa de la vida¡hay que vivirla! y disfrutarla!!

Calixta dijo...

Hablemos atolondrado como si no tuvieramos un mañana dónde parir palabras.

Isabel Martínez Barquero dijo...

A mí me gusta muchísimo esa urgencia, ese atropellarse en las palabras, esa entrega en la conversación. Son charlas en las que se transparenta el alma. Brindo por la tuya.

Tempus fugit dijo...

Y cuando todo quede dicho, ¿qué?


un abrazo

Arisenag dijo...

Esos diálogos al unísono.. interrumpiéndose uno al otro .. esa prisa .. esa urgencia es algo bello y delicioso..
Que nunca aparezca la rutina ...

Un cálido abrazo

Blue dijo...

Con esa misma urgencia parece que escribieras, como si tuvieras miedo a que se escaparan las palabras.
Besos.

Anónimo dijo...

Ay...como te envidio esas urgencias... Y esa deliciosa manera de contarlas. Un abrazo, Darío

Amapola Azzul dijo...

La quiltra aquí, nadie quiere devorar a nadie, ni quiero que la gente en general quieran devorarse entre sí.Ni creo que lo vayan a hacer o soy muy utópica , vamos, que ya es que no saldría ni de mi propio asombro.

Me parace una idea tan absurda, pero bueno, ¿es que somos animales o que?

Pero yo reconozco que tengo un lado visceral y si un comentario me molesta, ni siquiera lo devoro, no me gusta devorar nada, por eso siempre quiero que queden cosas , y si hay bonito en tu comentario, pues explícamelo, por favor.

Porque es que no lo entiendo.

Esa el la comunicación a la que me refería en una auténtica entre poesia, que sea poesía , auténtica poesía, que no haya ninguna destrución y no a otra, no sé si lo habré conseguido contigo o no.

Pero sin destruir nada, y sino pues dejemonos de poesía,y hablemos en prosa, ¿devorar qué ? NO LO ENTIENDO.

Que me lo expliquen, ¿qué hay que devorar? dimelo tú.

Te dejo para que me lo expliques,por favor estoy muy interesada. , y más porque no me apetece devorar nada.
Así que estoy escuchándote.te pido que me lo expliques.
Soy toda oídos.

Eastriver dijo...

Digamos que son urgencias necesarias. ¿Qué sería de la vida sin ellas? Son momentos de asomarse a un abismo compartido y descubrir lo que sobra y lo que se precisa.

Lucrecia Borgia dijo...

Las palabras son como las hojas, cuando abundan poco fruto hay entre ellas...

Brenda Castillo dijo...

Es una cosa orgasmica aquella.
Bien.
Saludos cordiales

Susodicha dijo...

Me resultan de una brillantez y sensibilidad tus escritos, la forma que atrapas momentos y emociones en los pequeños detalles, que casi siempre me da como reparo dejar huella. Pero la ternura que desprenden tus lineas y la coincidencia con la sensación propia me ha animado a ello.
Hermoso.

Sarco Lange dijo...

Una palabra encima de otra palabra es mi orgía en la comunicación de la tragedia.

No conozco otra manera.

Quizás antes. Ahora ya no.

Un abrazo Darío.

Unknown dijo...

Me encanto la analogía
Un abrazo

Celeste dijo...

Es como tener dentro de uno una inmensa cantidad de sentimientos concentrados, que estallan, te hacen sentir vivo, yo amo esos momentos.

Me encanta tu manera de expresar!
Besos!

marichuy dijo...

Ansiedad, diría yo.
Me gustaría, a veces, que esto fuera posible:

“O torcer la caprichosa mano del destino, y el demorado encuentro.”

Un abrazo

Lapislazuli dijo...

Los que vienen de la soledad se producen esos diálogos urgentes
Bueno
Un abrazo

David Mariné dijo...

Darío: nunca he temido algo que no veo, que ni tan solo sé si existe pero sí temo a Darío y los comentarios de Amapola. temo al reloj y también las emergencias. le temo a la vida mucho más que a la muerte, temo los silencios compartidos que dien más que las palabras atolondradas, temo al cartero de mi barrio y sobretodo temo a los meses y los años derrochados. pero amo la colisión involuntaria y risueña de los dientes al besar. un gusto leerte. fuerte abrazo.

Galia B. dijo...

Las prisas nunca fueron buenas, y sin embargo unas manos urgentes desatando esas tormentas anticipadas por hormigas o moscas son tan irresistibles... un abrazo urgente.

Sergio DS dijo...

Después se torna sosiego y ocupa un nuevo estadio. Descrito y sentido magistralmente.
Un abrazo.

Acuarela dijo...

De aquellos momentos de prisa,
de aquellos recuerdos que quedan a pesar de...

maravillosas letras, como sabía que me iba a encontrar.

Anónimo dijo...

Y en la urgencia de las palabras está el reencontrarse, el saberse pares, necesarios, la certeza de lo posible.

Abrazo

Amapola Azzul dijo...

David, ¿ por qué temes mis comentarios? te he ofendido a ti en algo.

Ya no sé cómo voy a comentar, pero de alguna manera tendré que comentar.

Besos.

Bueno, no me gusta ofender a nadie, ya esta , ya no lo digo más.

Intenetaré medir muy bien mis palabras, pero reconcozco que muchas veces me salen solas.

No obstante lo intentaré. Creo que voy seguir igual.

Saludos a todos.

Verónica Calvo dijo...

Si es una conversación importante malo es no escuchar y atropellar.
No, las prisas jamás han sido buenas, ni temer a dios.

Besos

alba dijo...

Mira lo que te digo: ¡bendita impaciencia! Yo la tengo en las manos, siempre, cuando hablo y las muevo alocadamente y parece que van a salirme pájaros de los dedos, cuando toco y lo quiero ya, tal sonata, tal piel... Yo reivindico esa urgencia que nos palpita, que nos hace sentir tan vivos. Y tú la has expresado tan bien... El segundo párrafo... bueno, me ha gustado tanto tanto, que me lo llevo a mi cuaderno de citas porque es... Darío... es... (y ya están las manos sobre el teclado, nerviosas)
Un abrazo.

◊ dissident ◊ dijo...

Algunas veces hay gran necesidad de hablar así, sin descanso. (Sobre todo si uno se encuentra en estado maníaco)

Supongo que te he dicho ya me gusta mucho como escribes, pero es que me gusta mucho.

Un abrazo.

MUCHITA dijo...

Que turbulencia...
la del ahogo del tiempo y la monotonía...
el intentar algo nuevo...
deshacerse.

Besos mil.

Gala dijo...

Eres consciente de las frases que guardan tus textos?
Impresionantes.
En este, hay tantas, y todas tan contundentes que no sabría por cual decantarme.
Escogeré esta, que me resulta la más cercana a lo que me trasmite tu texto... "paríamos las palabras con el ansia de los amantes primerizos"
Me gusta especialmente esta entrada.
Tus letras me han hecho recordar instantes personales.
He tenido esas conversaciones urgentes, como si mañana no existiera, como si supieras que en breve se secan la cuerdas vocales y tienes esa necesidad de decir, porque en realidad sabes que tal vez mañana ya no puedas,(o no con él, o ella)

Besos mediterráneos.

Axis dijo...

Me recordó esa partecita de los Abuelos que decía: "Se acercan tiempos difíciles. Amar es urgente."

Beso!

Me encantó.

Luján Fraix dijo...

No me gustan las prisas cuando de amor se trata...
Un beso grande

Maria dijo...

El tiempo se hace pequeño cuando hay mucho que decir.
Besos.

Esilleviana dijo...

Hablar con la boca, con las manos, con los ojos, con los brazos... se hace imprescindible comunicarse.

Un abrazo parlante :)

Vivo con Hades a tiempo parcial dijo...

El temor de mirar a Dios que brota de la posibilidad de reconocer la inmortalidad propia.

Unknown dijo...

A veces, cuando mi esposa se junta a hablar con amigas, le pregunto si sabe que dijo la otra...creo que hablan a la vez y ninguna se escucha. Siempre el afan de contar, pero no de escuchar, algo que me gusta. El tiempo es el diablo del hombre y el dios de las almas...dale que no llegamos a ningún lado si no nos apuramos. Excelente texto. Saludos. Dejo para lo que os gusta un relato con tintes nazis y horror. Puerto Arial . com

Crista de Arco dijo...

bueno mi querido hermano, siempre parís palabras vos. quizás las mejores.

//

y si me permitís: con todo el respeto del mundo, Amapola: con los comentarios buscamos una devolución mínima aunque sea de lo que escribimos, no más. me parece innecesario confrontar con los otros lectores y por otro lado, también me cae molesto. muy. y por lo poco que leo, en cada uno de tus comentarios siempre hay un aspecto negativo hacia los demás.
es mi opinión dicha con respeto y sin ánimos de pelear. pero de verdad, que me resultás pesada siempre.

//

dicho esto hermano: un beso. o dos.

Amanecer Nocturno dijo...

Te digo sinceramente que este es el mejor texto que te he leído. Son tantos los conceptos con los que me identifico que oigo colisionar a mis dientes, y no por besos, si no por los nervios de ver tantos conceptos que recuerdo...

Un abrazo.

çç dijo...

coligo perfectamente con amanecer nocturno

Maritza dijo...

Eres un grande en lo que sea que escribas,amigo.
Te felicito!

Abrazos transcordilleranos.

Mariela Laudecina dijo...

Cada vez escribís mejor.
(...)con la efusividad caótica con que las hormigas presienten la tormenta, como la colisión involuntaria y risueña de los dientes al besar(...)

Hermosísimo. Pero estas líneas...

TORO SALVAJE dijo...

Me has hecho recordar otros tiempos.
Ahora apenas hablamos.
No hay nada que decir.

Saludos.

MAR dijo...

TOP!
Me dejaste impresionada.
mar

Carmela dijo...

el ansía de los amantes primerizos....siempre deberíamos conservarla.
Un beso, Darío

virgi dijo...

Con pocas personas siento el estado que tan bien relatas. Hasta me sentí apurada, como si ya me hubiera encontrado en esa situación.
Besos, Joven.

Unknown dijo...

La nueva cultura parece ser ¨rápido, expreso, urgente¨..
Adoro las conversaciones de sobremesa del fin de semana, acompañadas de un buen café.
Besoteeees, corazón!! ;)

Anónimo dijo...

La urgencia en el amor... hay amor sin su urgencia? Silenciésmosnos. abrazo!

Humberto Dib dijo...

Siento la urgencia de hacer algo, no sé que, pero la vida me apremia.
Uno de los mejores, para mí.
Un abrazo.
HD

Amapola Azzul dijo...

Me gusta la frase efusividad caótica con que las hormigas presienten la tormenta.

Creo que en realidad es así, las hormigas suelen presentir las tormentas.

Besos.

Noelia Palma dijo...

me resulta urgente que me hables así

Lexy Sen dijo...

Haces la que conversación parezca incluso más erótica que el sexo. Como me gusta.

Kris Diminutayazul dijo...

A veces hay que dejar que reine el caos. Dejarnos vencer por la prisa y el deseo.

Insomnióptera dijo...

A mí no me da miedo mirar a Dios

La abuela frescotona dijo...

asocio la urgencia, rapidez, a los años jóvenes cuando las ansias nos contienen y fluyen de nosotros sin razón de diálogo, el escrito es bello, un abrazo Dario

Jon Igual dijo...

Uff, tenía que ser algo importante eso que tenían que decirse. Ahora no consigo quitarme esa sensación de urgencia de encima.
Muy bueno, un saludo.

Ana Muela Sopeña dijo...

Buenísimo todo el texto. Esas urgencias parecen más...Están envueltos por la sincronía, el azar y quién sabe qué más...