No sé cómo se aborda
a una mujer mutilada
no sé si me dirijo al pedazo
que falta
o acaricio lo que aún conserva
para aliviar el peso
de lo ausente
de qué se habla,
del dolor
o de una dicha posible
cómo se habla
con crudeza o piedad,
le hablo o soy
más peronista que nunca
hago, hago y no digo nada.
15 comentarios:
si atraviesa la piedad o la lastima, si puede atravesar la adversion a lo que para ella es un imposible, serán lo que son, ambos y nada importa entonces.
Se acaricia lo que aún conserva y se habla con piedad; por ahí vas bien, supongo;)así lo mutilado regenera:)
Que alegría verte hacer poemas Darío..
bsos, muchos
creo que mirándola a los ojos...
ni la piedad ni la crudeza ni la lástima alivian la ausencia.
Son incompatibles, además.
A través del silencio (y, a veces, del silencio del poema).
Podrías no hablar,
podrías guardar silencio,
podrías no mirar,
podrías tantas cosas.
Te deseo un año 2017 muy feliz, Darío, un año en el que tus poemas cundan y abunden.
¡Un abrazo!
y se me ocurre que debes quererla como mejor te salga... y si se deja...
aprenderá a caminar aunque sea con los muñones que le han quedado.
saludos.
de todos... modos... muchas veces... nos quedamos ahí en la duda... de cómo actuar... pero con ese sentimiento latente desbordante que no sabemos por dónde encausar.
ahhhh querido me dejas pensando.
Creo, a veces, que hacemos las cosas mal, para no molestar
¿Has pensado en preguntar como se encuentra ella con esa ausencia?
Puede que su respuesta te sorprenda...
Un beso
La política del silencio, en algunos casos, es más que suficiente.
Saludos,
J.
Haga, haga. Abrazo de domigo!
A veces me parece increible, volver y saber que toda esta gente aún existe, yo le hablaría a la parte que falta porque suele ser la única que importa una vez que se ha ido.
Besos
JK
Mejor no decir nada y hacer.
Besos.
Es un poema muy pero muy hermoso. Te dejo un abrazo.
Ver lo absoluto en lo que hay.
Lo otro a las demás sobra.
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