Perro lamedor

Hay un abismo
entre un café y una cama
pero uno trata de ser sutil
para arrimarse a la orilla
hay que remar.

Cotorras

Insolentes cotorras
las escupo de mi boca
no sólo arrasan 
los cultivos
con saña
además,
remedan a la abuela
en sus febriles soliloquios
cotidianos.

Trayectoria

Alabadas sean las camas
que en mil noches 
estoicas crujieron
bajo el ciego frenesí - ciego -
de mi cuerpo 
en otro cuerpo,
alabada la resistencia
de la abombada cama 
en mi agonía, la lágrima, 
el sudor, la fiebre
y el último temblor
de mis pobres huesos.

Destino de piedra (II)

Le llevo flores
a su estrenada casa
y no se inmuta
no se conmueve
quizá debajo
de su atavío de piedra
una trama espantosa
destierra de su piel
escalofríos.

Salvoconducto

Al final de comprar y de comer
y al final de dormir
está el amor
como un objeto devaluado
al que se recurre, desolado
y en última instancia.